La aparición de un *nuevo enfoque artístico* altera el paisaje musical contemporáneo. La virtuosidad ya no reside únicamente en la interpretación, sino que también emerge de la interacción entre el ser humano y la tecnología. *La alianza entre creatividad e innovación* trasciende los límites tradicionales, invitando a redefinir los contornos de la composición musical. Los desafíos que se presentan son a la vez emocionantes y desconcertantes, envueltos en un encanto inesperado. En este contexto, la exploración de los sistemas de inteligencia artificial se revela esencial. *El futuro musical se esboza en la intersección de estas nuevas vibraciones* y tradiciones milenarias.
Una considerable afluencia se reunió en el MIT Media Lab en septiembre, para un concierto excepcional dado por el pianista Jordan Rudess, acompañado por la violinista y vocalista Camilla Bäckman, así como un modelo de inteligencia artificial, informalmente designado como jam_bot. Este último, desarrollado en colaboración con un equipo del MIT, hacía su debut como una obra en proceso.
A lo largo de la representación, Rudess y Bäckman intercambiaron señales y sonrisas características de músicos experimentados, navegando armoniosamente en una improvisación conjunta. Las interacciones entre Rudess y el jam_bot introdujeron una forma de intercambio poco familiar. Durante un dúo cautivador inspirado en Bach, Rudess alternaba entre tocar algunas medidas y dejar que la IA prolongara la música en un estilo barroco. En cada turno del modelo, una paleta de expresiones se manifestaba en el rostro de Rudess: asombro, concentración, curiosidad. Al final de la pieza, confesó al público: “Es una combinación de un inmenso placer y un verdadero desafío.”
Retrato de Jordan Rudess
Jordan Rudess se distingue como uno de los mejores tecladistas de la historia, según una encuesta de la revista Music Radar. Su fama proviene principalmente de su trabajo con la banda de metal progresivo galardonada Dream Theater, que comienza este otoño una gira para celebrar su 40 aniversario. Al mismo tiempo, lleva una carrera en solitario, ilustrada por el reciente lanzamiento de su álbum “Permission to Fly”. Rudess, además de su trayectoria artística, desempeña el papel de educador, compartiendo sus habilidades a través de tutoriales en línea, y dirige su propia empresa de software, Wizdom Music. Su obra fusiona bases clásicas rigurosas, adquiridas desde los nueve años en la escuela Juilliard, con una notable capacidad de improvisación y un fuerte deseo de experimentación.
Colaboración con el MIT
La primavera pasada, Rudess fue nombrado artista en residencia en el Centro MIT para las Artes, la Ciencia y la Tecnología (CAST). Allí colaboró con el grupo de investigación en entornos reactivos del Media Lab con el objetivo de diseñar nuevas tecnologías musicales impulsadas por la inteligencia artificial. Sus principales compañeros en este proyecto son Lancelot Blanchard y Perry Naseck, respectivamente estudiantes del Media Lab, especializados en IA generativa y medios interactivos. Este proyecto está supervisado por el profesor Joseph Paradiso, figura prominente del laboratorio, que mezcla la física y la ingeniería con sus pasiones musicales.
Los investigadores han fijado como objetivo desarrollar un modelo de aprendizaje automático que canalice el estilo musical característico de Rudess. En un artículo publicado por MIT Press, en septiembre, formularon su visión de una “virtuosidad simbiótica”. Este enfoque que pretende permitir un dúo en tiempo real entre el humano y la máquina, aprende de cada actuación, creando música digna de un concierto ante un público.
Interactividad y visualización
Rudess proporcionó los datos necesarios para entrenar la IA, mientras aseguraba pruebas continuas y retroalimentación. Naseck, por su parte, estudió las mejores maneras de visualizar esta tecnología para el público. De hecho, el desafío consistía en crear una plataforma que permitiera a la IA establecer su propia relación con el público, similar a la que se observa en conciertos de jazz donde los músicos intercambian señales de anticipación. Esto llevó a la creación de una instalación escultórica, iluminada en función de los acordes tocados por la IA, que cobró vida detrás de Rudess durante el concierto del 21 de septiembre.
Este tipo de interacción es crucial para dar al público una visión de lo que va a suceder. Naseck diseñó una estructura original, programada desde cero en el Media Lab, con la ayuda de expertos en diseño mecánico y fabricación. Esta escultura cinética que ilustra las contribuciones de la IA supo transmitir la emoción y la energía generadas por la actuación: se balanceaba suavemente durante los momentos de control de Rudess y se abría y cerraba como una flor cuando la IA ejecutaba acordes majestuosos.
Evoluciones futuras de la virtuosidad musical
El modelo de IA, basado en una arquitectura de red neuronal llamada transformer musical, ha sido elaborado por Blanchard a partir de un modelo desarrollado por una asistente profesor en el MIT. Este modelo funciona prediciendo las notas más probables siguiendo un patrón musical, similar a los grandes modelos de lenguaje. Blanchard ha afinado el modelo con grabaciones de Rudess, asegurándose de que la IA pudiera responder en tiempo real a sus improvisaciones.
La relevancia del proyecto radica en la capacidad de Rudess para anticipar las decisiones de la IA y mantener el control sobre su actuación. Blanchard ha integrado opciones que permiten a Rudess activar diferentes modos mientras toca, promoviendo así una interacción enriquecedora y fluida entre el humano y la máquina.
Las perspectivas de investigación siguen siendo diversas, a pesar de la finalización de la residencia de Rudess. Naseck planea refinar las interacciones, optimizando sensores reactivos para captar movimientos más sutiles del músico. El deseo de explorar la educación musical a través de esta tecnología también está presente, ya que Rudess contempla que el modelo podría potencialmente convertirse en una herramienta de aprendizaje para los estudiantes.
La exploración de la inteligencia artificial representa un avance natural en la trayectoria de Rudess, fruto de su creciente interés por la tecnología musical. Su compromiso se matiza con una voluntad de orientar esta evolución hacia logros positivos, en beneficio de todos los músicos.
En el MIT, Paradiso enfatiza la importancia de integrar la IA en un marco beneficioso para el ser humano. La sinergia entre estas dos entidades podría abrir perspectivas inéditas, permitiendo un avance hacia nuevos horizontes musicales.
Preguntas frecuentes sobre un modelo de virtuosidad
¿Qué es un modelo de virtuosidad en música?
Un modelo de virtuosidad en música se refiere a un enfoque de interpretación musical que enfatiza habilidades técnicas elevadas y una gran agitación creativa, permitiendo a los músicos interactuar con sistemas de inteligencia artificial para producir nuevas composiciones en tiempo real.
¿Cómo puede un modelo de virtuosidad mejorar las actuaciones musicales?
Un modelo de virtuosidad puede enriquecer las actuaciones musicales al permitir una improvisación dinámica entre el músico y la inteligencia artificial, creando diálogos musicales innovadores que trascienden los límites tradicionales de la música.
¿Cuáles son las habilidades requeridas para usar un modelo de virtuosidad?
Para usar un modelo de virtuosidad, los músicos deben tener una sólida maestría técnica de su instrumento, una capacidad de improvisación bien desarrollada, así como una mente abierta para colaborar con sistemas de inteligencia artificial.
¿Qué tipo de inteligencia artificial se utiliza en un modelo de virtuosidad?
Los modelos de virtuosidad pueden utilizar diversos tipos de inteligencia artificial, incluidos redes neuronales generativas y transformadores musicales, que analizan y predicen los elementos musicales en función de las actuaciones del músico.
¿Cuál es la importancia de la interactividad en un modelo de virtuosidad?
La interactividad es crucial porque permite al músico controlar en tiempo real las decisiones musicales de la IA, creando así una experiencia colaborativa única y enriquecedora para el público.
¿Qué resultados se pueden esperar del uso de un modelo de virtuosidad en un concierto?
Los resultados de un concierto que utiliza un modelo de virtuosidad incluyen actuaciones innovadoras y dinámicas, donde la IA puede responder a las acciones del músico, creando así obras musicales inéditas que cautivan y comprometen al público.
¿Cómo puede un músico prepararse para integrar un modelo de virtuosidad en su práctica?
Para prepararse, un músico debe primero familiarizarse con las tecnologías de IA, comprender los principios de la improvisación colaborativa y participar en talleres o sesiones de formación sobre el uso de estos sistemas.
¿Un modelo de virtuosidad es solo para músicos profesionales?
No, un modelo de virtuosidad también puede ser utilizado por músicos amateurs que deseen explorar nuevas formas de expresión musical, siempre y cuando tengan un cierto dominio de su instrumento y de la música.
¿Qué impacto puede tener un modelo de virtuosidad en el futuro de la música?
Un modelo de virtuosidad podría transformar el futuro de la música al redefinir los roles de los músicos, fomentar la innovación y ampliar las posibilidades creativas a través de una colaboración enriquecida entre humanos y máquinas.
