La emergencia de la inteligencia artificial redefine las fronteras de la espiritualidad. Una iglesia suiza, en Lucerna, ha inaugurado un *Jesús animado por IA*, suscitando fascinación e interrogantes. Este proyecto innovador de confesional virtual trasciende las prácticas tradicionales, provocando reflexiones profundas sobre la fe moderna.
Los visitantes pueden ahora conversar con este avatar, cuestionando la naturaleza misma de lo *sagrado*. ¿Cómo influye esta interacción con un *Jesús digital* en la percepción de los ritos religiosos? Las respuestas plantean un desafío ético importante para las instituciones espirituales.
Una iniciativa audaz, estimula una mezcla de curiosidad y miedo dentro de la comunidad religiosa. El tema radica en la aceptación de la tecnología dentro de la experiencia espiritual humana.
Una instalación innovadora en Lucerna
La capilla de San Pedro, reconocida por su austeridad, ha suscitado recientemente reacciones vehementes con la inauguración de un avatar de Jesús animado por inteligencia artificial. Este dispositivo, denominado Deus in Machina, fue lanzado en agosto tras una colaboración con un laboratorio de investigación universitaria. Esta iniciativa busca reinventar la interacción espiritual mientras explora las fronteras entre tecnología y religión.
Un diálogo inédito con un avatar
Marco Schmid, teólogo asociado a la capilla, declaró que este proyecto constituye un verdadero experimento. El objetivo era evaluar cómo los visitantes reaccionarían ante un Jesús capaz de dialogar en 100 idiomas. La elección de Jesús como avatar no fue casual; es una figura central que invita a intercambios significativos.
Interacciones diversificadas y desafíos éticos
Los visitantes tuvieron la oportunidad de interrogar a este avatar sobre preguntas religiosas variadas, experimentando diálogos instantáneos a través de una pantalla enrejada. La IA fue entrenada a partir de textos teológicos, desarrollando respuestas adaptadas al contexto. Más de 1,000 personas, incluidos musulmanes y turistas de paso, intentaron la experiencia.
Los comentarios de los usuarios resultaron ser contrastantes. Una mayoría de los participantes afirma haber vivido momentos espirituales enriquecedores. Alrededor de dos tercios de las 230 personas encuestadas afirmaron haber tenido un momento religioso positivo. Sin embargo, algunos criticaron las respuestas, calificándolas de banales o superficiales, careciendo de autenticidad y profundidad.
Precauciones y riesgos asociados
Ante estas apreciaciones, la iglesia se ha asegurado de recordar a los usuarios que no se trata de una confesión. La iniciativa ha planteado preguntas fundamentales sobre los riesgos asociados al uso de la IA en un contexto espiritual. Los responsables llevaron a cabo pruebas con un panel de 30 personas antes del lanzamiento oficial para anticipar posibles desvíos.
Es significativo señalar que han surgido preocupaciones dentro de la misma comunidad religiosa. Algunos colegas católicos han expresado su desacuerdo con el uso del confesionario para esta experiencia tecnológica. La manipulación de la imagen y del lenguaje divino choca con nociones de respeto y sacralidad.
Perspectivas y reflexiones
Marco Schmid ha observado un intenso deseo de intercambios espirituales, afirmando que las personas anhelan dialogar con figuras centrales de su fe. Este proyecto ha revelado una nueva dinámica donde la tecnología se encuentra con lo espiritual. El avatar podría, en el futuro, erigirse como un guía espiritual multilingüe, capaz de acompañar a los fieles en sus cuestionamientos.
A pesar de los encuentros enriquecedores, Schmid se mantiene cauteloso. El avatar no será integrado definitivamente debido a las responsabilidades éticas y espirituales que conlleva. La complejidad de esta iniciativa subraya la necesidad de un debate profundo sobre el lugar de la IA en la experiencia religiosa.
Preguntas frecuentes sobre la iglesia suiza y su Jesús propulsado por la inteligencia artificial
¿Qué es el proyecto de Jesús propulsado por la inteligencia artificial en la iglesia suiza?
Este proyecto consiste en instalar un avatar de Jesús capaz de dialogar con los visitantes en una capilla de Lucerna, utilizando tecnología de inteligencia artificial para responder preguntas en varios idiomas.
¿Cómo funciona este avatar de Jesús en IA?
Utiliza un programa de inteligencia artificial entrenado con textos teológicos, permitiendo generar respuestas en tiempo real a las preguntas planteadas por los visitantes.
¿Cuáles son los idiomas en los que el avatar puede dialogar?
El avatar es capaz de dialogar en más de 100 idiomas, lo que permite a una amplia gama de visitantes interactuar con él.
¿Por qué la iglesia decidió instalar un avatar así?
La iglesia quería explorar la reacción de las personas ante un Jesús virtual y ver cómo podría enriquecer la experiencia espiritual de los visitantes, especialmente en una búsqueda de diálogo moderno.
¿Las interacciones con este avatar se consideran confesiones?
No, las interacciones no están clasificadas como confesiones. Los responsables de la iglesia subrayan que se trata de una experiencia espiritual y no de una imitación del rito de la confesión.
¿Cuál ha sido la recepción del público hacia este avatar de Jesús?
Más de 1,000 personas han interactuado con el avatar durante la experimentación, y aproximadamente dos tercios de los usuarios calificaron la experiencia de «espiritual».
¿Qué críticas ha recibido el proyecto de Jesús IA?
Algunos usuarios han señalado respuestas insuficientes o repetitivas y también se han expresado críticas dentro de la comunidad religiosa, especialmente sobre el uso de un confesionario para interactuar con una máquina.
¿Qué riesgos ha asumido la iglesia al implementar este proyecto?
La iglesia tuvo que asegurarse de que la IA no produjera respuestas inapropiadas o contrarias a sus enseñanzas, mientras enmarca las interacciones para proteger a los usuarios.
¿Hay límites en lo que el avatar puede responder a los visitantes?
Sí, el avatar ha sido programado para evitar dar consejos espirituales que puedan contradecir las doctrinas de la iglesia, y no está diseñado para tratar información personal sensible.