Un *retrato de Alan Turing*, vendido a la escalofriante cifra de 1,1 millones de dólares, cuestiona los fundamentos del arte contemporáneo. La obra, concebida por el androide Ai-Da, plantea preguntas fundamentales sobre el papel de la tecnología como artista. ¿Se puede realmente hablar de una *creación artística* cuando el autor es una máquina? Los críticos acusan a este cuadro de ser un producto de una *producción digital* demasiado fría, dejando al espectador en una indiferencia casi abismal.
La venta récord en Sotheby’s
Un retrato de Alan Turing fue recientemente vendido en una subasta por la asombrosa suma de 1,1 millones de dólares, convirtiéndose así en la primera obra de arte realizada por un robot humanoide en alcanzar tal precio. Esta transacción tuvo lugar enSotheby’s, un lugar emblemático de subastas de alto nivel, el jueves pasado.
Ai-Da, la artista robot
Concebido por un grupo de investigadores de las universidades de Oxford y Birmingham, el robot Ai-Da ha sido presentado como el “primer artista robot ultra-realista” del mundo. Su funcionamiento se basa en una combinación compleja de cables, procesadores y algoritmos de IA. Desde su creación en 2019, Ai-Da ha sido objeto de una considerable atención mediática, participando en eventos diversos que van desde exposiciones cerca de la Gran Pirámide de Giza hasta intervenciones ante comités oficiales.
El retrato de Alan Turing
Este retrato de Alan Turing fue realizado a raíz de una sugerencia hecha a Ai-Da, pidiéndole que produjera una obra bajo el tema “IA para el bien”, lo que sugiere una intención muy específica. La elección de Turing, famoso matemático y pionero de la informática, sería tanto natural como predecible. La artista robot habría entonces empleado sus algoritmos para concebir un trabajo que desarrolló siguiendo métodos tradicionales.
Análisis de la obra
El cuadro vendido mide 90,5 pulgadas de altura y fue producido con ayuda de una impresora 3D texturizada debido a las limitaciones técnicas del arte robótico. Luego, asistentes humanos procedieron a añadir textura, lo que plantea preguntas sobre el propio diseño de la obra. Los fragmentos del rostro de Turing aparecen en una interpretación borrosa, flotando sobre un fondo negro como escombros flotando en el vacío.
Este estilo recuerda vagamente las obras de Francis Bacon, pero sin la personalidad que le es propia. Toques de color, incluyendo dos tonos de azul, un amarillo brillante y destellos blancos, están dispersos como un intento de aportar animación a una producción en gran medida insípida.
Reacciones a la venta
Sotheby’s evoca esta venta como un «hito significativo en el arte y la IA«, suscitando un debate sobre el verdadero valor artístico de esta obra. En este punto, es legítimo cuestionar si los avances tecnológicos dignos de interés en el ámbito de la IA se traducen realmente en una innovación artística. Este cuadro podría no ser más que una versión sofisticada de las historias sensacionalistas sobre animales de granja capaces de ejecutar obras similares a las de Picasso.
Conclusión sobre el valor del arte contemporáneo
El mercado del arte contemporáneo, en busca de novedad, atrae y cuestiona a la audiencia y a los críticos. Mientras que algunas obras intrínsecamente derivadas de la inteligencia artificial pueden ser impresionantes desde un punto de vista tecnológico, su impacto emocional y artístico a menudo sigue siendo cuestionable. El entusiasmo en torno a Ai-Da destaca una fascinación por la máquina, pero ¿debe tener su lugar en la escena artística tradicional? Los debates sobre este tema no están cerca de extinguirse.
FAQ sobre la venta del retrato de Alan Turing por 1,1 millones de dólares
¿Qué hace que el retrato de Alan Turing sea tan especial como para venderse por 1,1 millones de dólares?
Este retrato fue realizado por Ai-Da, considerada como la primera artista robot ultra-realista. Su precio se explica por la innovación tecnológica y el interés mediático en torno a las obras creadas por inteligencia artificial.
¿Cómo creó Ai-Da, la robot artista, este retrato?
Ai-Da utilizó algoritmos de inteligencia artificial y un modelo de lenguaje para concebir el retrato, después de múltiples bocetos realizados con sus brazos robóticos y una cámara integrada.
¿Por qué este retrato de Alan Turing es percibido como indiferente por algunos críticos?
Numerosos críticos consideran que la obra es trivial y carece de originalidad, opinando que se acerca más a un simple ejercicio técnico que a una verdadera exploración artística.
¿Cuáles son las implicaciones de esta venta para el arte contemporáneo?
Esta venta plantea preguntas sobre el valor del arte producido por máquinas y sobre el futuro de la creatividad humana frente al arte generado por IA. Marca un punto de inflexión en la aceptación de las obras de arte realizadas por robots.
¿Quién encargó este retrato de Alan Turing realizado por Ai-Da?
Esta obra no fue específicamente encargada, sino que fue creada en el marco del proyecto Ai-Da Robot, promovido por Aidan Meller, el director del proyecto.
¿Qué elementos visuales caracterizan el retrato de Alan Turing vendido en la subasta?
El retrato se compone de fragmentos del rostro con una apariencia pixelada, utilizando colores brillantes para acentuar ciertos rasgos, pero a menudo se juzga como poco atractivo desde un punto de vista estético.
¿Las subastas del retrato de Alan Turing son un fenómeno aislado en el mundo del arte?
No, esta venta se inscribe en una tendencia más amplia donde el arte generado por inteligencias artificiales atrae cada vez más atención e inversiones, reflejando la evolución del mercado del arte contemporáneo.
¿Qué críticas se han formulado contra la obra de Ai-Da?
Los críticos destacan su carácter mecánico y predecible, señalando que la obra puede verse como una simple reproducción sin verdadera emoción ni perspectiva artística innovadora.
¿Las obras de arte creadas por robots y la inteligencia artificial respetan los mismos criterios de evaluación que las de los artistas humanos?
Existe un debate sobre esta cuestión, ya que los criterios tradicionales del arte, como la intención, la emoción y la subjetividad, pueden no aplicarse de la misma manera a las creaciones automáticas.