Face a los peligros potenciales de la inteligencia artificial (IA), el gobierno estadounidense desea intervenir e instaurar una regulación sobre esta tecnología. Una reciente discusión entre Kevin Roose, columnista de tecnología en el «New York Times», y Casey Newton de «Platformer», ha permitido poner de relieve ciertos aspectos del nuevo orden ejecutivo promulgado por el presidente Joe Biden en relación con la IA. Este orden tiene como principal objetivo imponer requisitos de divulgación a las empresas que desarrollan modelos de IA avanzados, como GPT-4 o Claude 3.
Obligaciones para las empresas que desarrollan modelos de IA
Según el orden ejecutivo firmado por el presidente, las empresas que desarrollen modelos de IA que superen cierto umbral deberán informar al gobierno federal sobre la formación de estos modelos. También deberán divulgar las pruebas de seguridad realizadas para evaluar sus capacidades y rendimiento. El objetivo es establecer un marco legal que permita controlar mejor el desarrollo y el uso de la inteligencia artificial, para evitar abusos y prevenir posibles riesgos.
Las limitaciones del orden ejecutivo sobre la inteligencia artificial
Es importante señalar que el orden ejecutivo actual no se aplica a los modelos de IA ya existentes, como GPT-4 o Claude 2. Estos continuarán siendo utilizados libremente por las empresas del sector sin tener que conformarse a los nuevos requisitos impuestos por el gobierno estadounidense. Sin embargo, cuando un modelo supere el umbral establecido por la administración Biden, estas obligaciones entrarán en vigor.
Los temores sobre los peligros de la inteligencia artificial
La voluntad del gobierno de intervenir en la regulación de la IA proviene de las crecientes preocupaciones sobre los peligros potenciales de esta tecnología. La inteligencia artificial, y en particular los modelos avanzados, plantean numerosas cuestiones éticas, como la protección de datos personales o la responsabilidad en caso de accidentes relacionados con el uso de sistemas autónomos.
Críticas ante este nuevo orden ejecutivo
Sin embargo, el anuncio de este orden ejecutivo no ha sido bien recibido por todos los actores del sector. Algunos temen que estas medidas frenen la innovación y perjudiquen la competitividad de las empresas estadounidenses en el mercado mundial de la IA. Los partidarios de la regulación, por su parte, consideran que es necesario establecer un marco legal para garantizar la seguridad y el respeto de los derechos fundamentales de todos los ciudadanos.
El futuro de la inteligencia artificial en Estados Unidos
A pesar de las críticas, el gobierno estadounidense parece decidido a avanzar por el camino de la regulación. Esta nueva orientación podría tener un impacto importante en la forma en que se desarrolla y utiliza la inteligencia artificial en Estados Unidos y en todo el mundo. No obstante, habrá que seguir de cerca la evolución de estas regulaciones para medir su eficacia y ajustar en consecuencia los futuros modelos de IA.
Así, la intervención del gobierno estadounidense para regular la inteligencia artificial marca un paso importante en la evolución de esta tecnología. Será interesante seguir las repercusiones de este orden ejecutivo en el desarrollo de los futuros modelos de IA, así como la postura de otros gobiernos ante este tema crucial.